Leyendo el discurso de José Saramago "Nuestro libro de cada día" para la feria del libro de Granada (1999), se puede disfrutar las interesantes reflexiones de Saramago sobre los lectores, los libros, la escuela y el placer de la lectura. Pero al final del texto al referirse a las campañas que fomentan la lectura (tiene un postura critica y constructiva sobre ellas. Esta se encuentra en medio del texto) se pregunta ¿que hacen los libreros? en medio de esta coyuntura y dice:
Nosotros en Portugal, tenemos en las ferias una institución que llamamos El Libro del Día. Es un libro que aparece sin previo aviso y que no tiene el mismo descuento que los demás. Tiene el treinta por ciento. Son libros buenos, no el resto que quedó en los almacenes y hay que saldar. Los lectores saben que cada día han de pasarse de caseta en caseta preguntando por El Libro del Día. Y así ahorran mientras compran y los libreros venden más. Algo así deberían hacer ustedes aquí, porque es una buena idea. Ya saben : El Libro del Día. Y además, esto del El Libro del Día puede encaminarnos a que ciertos libros puedan ser para nosotros los libros de todos los días.
Esta propuesta me parece sumamente interesante y no sobraría rotarla para que en la diferentes ferias del libro se pueda hacer.
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